viernes, 14 de junio de 2013

La guerra de los cultivos transgénicos (V)


Abordamos la última parte del documental La guerra de los cultivos transgénicos (V), recordemos que en La guerra de los cultivos transgénicos (IV) nos quedábamos con la incógnita del veredicto del tribunal de justicia canadiense sobre la demanda realizada por la compañía biotecnológica Monsanto al agricultor canadiense Percy Schmeiser. La policía genética inspeccionó los campos de cultivo de este agricultor detectando colza transgénica “cultivada de forma ilegal”, en realidad se había producido una contaminación genética y no había sido sembrada por Percy Schmeiser. Monsanto basaba los argumentos de la denuncia en la patente, es decir, los OMG son propiedad de la empresa que los desarrolla sea cual sea el sitio en el que se encuentren y sea cual sea el modo en el llegaron, y por ello solicitaba el pago de una indemnización, el embargo de los cultivos y una multa por utilizar semillas que no habían sido adquiridas legalmente.
El juicio que se realizaba en el Tribunal Supremo de Canadá era de gran importancia y podría sentar un precedente sin igual sobre los alimentos transgénicos proporcionando a las empresas biotecnológicas un control absoluto de sus productos y sobre los agricultores. El futuro de la biotecnología estaba en juego, si Monsanto perdía el proceso, tendría que irse de Canadá.

Resulta gracioso escuchar a uno de los representantes de Monsanto argumentando que esta empresa invierte en países, fomenta la innovación y la investigación, respeta la propiedad intelectual e invierte en los países mejorando sus sistemas económicos, pero para ello deben contar con un ambiente favorable, es decir pleno consentimiento a sus actuaciones y decisiones sobre losalimentos transgénicos, algo que en absoluto se debería consentir.
Finalmente se dio a conocer el veredicto, el tribunal reconocía el derecho de propiedad de Monsanto sobre las semillas transgénicas, pero también la hacía responsable de la diseminación de las semillas que aparecieran en otros campos de cultivo por la acción de diferentes agentes, el aire, las abejas, los pájaros, etc., no sería una excusa para poder sancionar a los agricultores. Recordemos que hasta un 65% de los agricultores canadienses manifestaban que en sus campos había aparecido colza transgénica, signo evidente de la contaminación que se estaba produciendo.
Percy Schmeiser no tuvo que pagar ninguna indemnización saliendo bien parado de la situación, resulta incluso sorprendente sobre todo conociendo el gran poder de Monsanto y la influencia ejercida en los países desarrollados. En los países subdesarrollados la situación es muy distinta, una economía más precaria, unos líderes mucho más tolerantes y moldeables y una carencia legislativa son el cóctel ideal para que se desarrollen rápidamente todo tipo de cultivos transgénicos sin los estudios adecuados que garanticen la inocuidad para el medio ambiente y la población.
Sería interesante leer el post sobre las berenjenas transgénicas que en poco tiempo comenzarán a producirse en la India, se trata de un nuevo alimento cuestionado por numerosos científicos al contener toxinas con un lamentable historial, como sería el caso de la toxina Cry1Ac obtenida de la bacteria Bacillus thuringiensis, un patógeno utilizado antaño como insecticida comercial. Esta toxina fue la causante de que miles de ovejas murieran y se dieran cientos de casos de diferentes tipos de alergias en los agricultores que manipulaban los cultivos de algodón que la portaban. Se pueden citar muchos más casos en los que Monsanto domina la situación y utiliza los terrenos de los países subdesarrollados como campos de pruebas, con la excusa de ofrecer productos tolerantes al estrés hídrico y mejorar la situación alimentaria, se cultiva todo tipo de productos transgénicos, esto lo referenciábamos en el postAlimentos desarrollados en sequía extrema.
Frenar la soja transgénica
Es interesante destacar que la reclamación sobre los derechos de propiedad de las empresas biotecnológicas sobre sus patentes transgénicas no ha tenido lugar en algunos países en vías de desarrollo y un ejemplo de ello sería Brasil. Esto quiere decir que losOMG estaban oficialmente prohibidos al no existir una legislación sobre ellos, quienes los cultivaban lo hacían de forma ilegal. En el documental podemos conocer el caso de Milton Amarante, un agricultor brasileño que comenzó a plantar hace algunos años soja transgénica procedente de Argentina (podemos conocer la situación actual de la soja transgénica en Argentina a través deldocumental sobre la soja transgénica, un documento escalofriante que muestra las graves consecuencias de su cultivo).
Milton Amarante comenzó a cultivar la soja modificada genéticamente mezclándola con otros tipos de soja, esta variedad transgénica se plantaba en el centro del campo de cultivo dejando la tradicional en los márgenes a fin de evitar que las autoridades conocieran su cultivo. El agricultor proporcionó soja transgénica a otros agricultores y en poco tiempo la soja transgénica se propagó por todo el país de forma ilegal, hasta el 80% de la soja de este país es transgénica. Resulta gracioso saber que Brasil prohibía el cultivo de OMG y sin embargo actualmente es el segundo productor mundial de soja transgénica.
Evidentemente son muchos los agricultores que están a favor de los transgénicos y así lo manifiestan los de este país, destacan todas las supuestas ventajas, mayor producción mayor calidad, mayor limpieza de la recolección, etc. Manifiestan incluso que nunca dejarán de plantar soja transgénica indicando que sólo una orden judicial les podría obligar. Esto es algo que posiblemente nunca ocurrirá y más sabiendo que prácticamente toda la soja que produce el país es transgénica, las autoridades no podrían hacer nada al respecto.
Esto ha ocurrido en un país donde están prohibidos los cultivos transgénicos, ¿qué ocurre en aquellos países donde sí están permitidos? De la Unión Europea se puede citar el caso de España, país que parece un campo de pruebas de los alimentos transgénicos, basta con conocer las continuas noticias que muestran los distintos estudios en los que se cultivan diferentes variedades transgénicas, o los informes que indican un espectacular crecimiento de este tipo de cultivos.
Monsanto se ha introducido de lleno en otros países europeos como por ejemplo Rumanía, la mayoría de los agricultores cultivan OMG, sobre todo soja transgénica. Es evidente que la alimentación biotecnológica obligada será una realidad y posiblemente los OMG sean instaurados en todos los países, a nivel Europeo ya se está encargando José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, que continuamente intenta convencer a todos los miembros comunitarios de los beneficios de los transgénicos y argumentando entre otros, la competitividad, el volumen de negocio, el cambio climático y la efectividad de los OMG para combatir el hambre.
Los agricultores rumanos incluso sufren la escasez de semillas transgénicas y solicitan más, el país está volcado en la producción, sin duda, algo lamentable. El principio de precaución es totalmente obviado, esperemos que no nos tengamos que lamentar en los próximos años. Cada vez se cultivan más alimentos transgénicos y somos los consumidores quienes debemos intentar frenar su proliferación, sobre todo si nos importa el futuro de las próximas generaciones…

La guerra de los cultivos transgénicos (IV)


En el documental La guerra de los cultivos transgénicos (IV) podemos conocer cómo actúa Monsanto, una de las compañías biotecnológicas más importantes del mundo. En esta parte del documental se expone el caso de la denominada policía de Monsanto o policías genéticos, personal contratado por esta empresa (policías retirados) que se encarga de supervisar que los agricultores no cultiven transgénicos sin la previa licencia.
En La guerra de los cultivos transgénicos (III) se nos mostraban diversos estudios que indicaban que la contaminación transgénica era un hecho, los investigadores recogieron muestras de aire con avionetas encontrando polen transgénico a una altura de mil metros, lo que muestra las largas distancias lineales que podría viajar el polen gracias al aire. Todo lo contrario a lo que aseguraba Monsanto años atrás. Esta empresa introdujo la colza transgénica en Canadá en 1996 asegurando a los agricultores que no existía ningún tipo de peligro y garantizando que no se dispersaría por polinización cruzada. Sin embargo, un par de años más tarde, cuando ya se realizaron extensos cultivos de colza transgénica, los agricultores pudieron comprobar que la empresa les había engañado.

La contaminación transgénica se había producido y era imposible de controlar, el aire, los pájaros, las abejas o incluso los camiones que trasportaban las semillas de colza transgénica, tuvieron mucho que ver en ello, al final hasta un 65% de los agricultores canadienses manifestaban que en sus campos había aparecido colza transgénica. Quienes plantaban colza tradicional y se mantenían al margen de los cultivos transgénicos se encontraban con el problema de que sus cultivos estaban infectados de colza transgénica. En este momento sería interesante dar un vistazo al post Alimentos transgénicos en España, consecuencias reales. En él podemos conocer el testimonio de algunos productores españoles que han sufrido la contaminación transgénica en sus campos con el Maíz Mon810.
La colza transgénica estaba en las plantaciones tradicionales y los agricultores lo descubrieron al rociar con herbicida los márgenes y caminos de sus cultivos, las plantas de colza que podían encontrarse en estos lugares no sucumbían ante la acción de los productos químicos, una prueba evidente de que la colza transgénica se había introducido en el lugar. Los OMG son propiedad de la empresa que los desarrolla sea cual sea el sitio en el que se encuentren y sea cual sea el modo en el llegaron, el hecho de que se encontrará colza transgénica en los cultivos tradicionales acarreó diversos problemas a los agricultores.
Percy Schmeiser
Hablamos del caso de Percy Schmeiser (foto), un agricultor canadiense que cultivaba colza tradicional y que se encontró en sus campos plantas de colza transgénicas cuyas semillas llegaron allí a través de los agentes que antes hemos mencionado. Un día este agricultor encontró en sus terrenos de cultivo a uno de los denominados policías genéticos o policías de Monsanto, supuestamente estaba recogiendo muestras de colza y la finalidad de ello era constatar de qué tipo de colza se trataba, como hemos dicho antes, los OMG son propiedad de la empresa que los desarrolla y esta policía privada se encarga de garantizar que la propiedad de Monsanto no es utilizada por los agricultores que no la han comprado.
La policía de Monsanto es muy conocida en Canadá, sobre todo porque hacen concienzudas inspecciones de los campos de cultivo. El problema llega cuando un cultivo tradicional contiene plantas transgénicas, da igual cómo han llegado las semillas al campo, los perjuicios para el agricultor son graves, un juicio, una elevada multa y finalmente la pérdida de la cosecha, ya que termina siendo requisada. Monsanto impone su ley y la colza transgénica se encuentra en todas partes, dejar que crezca sin haber comprado ni sembrado las semillas es violar la patente de Monsanto y correr el riesgo de una multa, incluso si crece en el jardín de una casa y sus dueños no saben qué tipo de planta es.
En 1998 Percy Schmeiser recibió una citación judicial de Monsanto poco tiempo después de que la policía genética inspeccionara sus campos, Monsanto exigía toda la producción, el pago de una indemnización y una multa por los perjuicios que supuestamente Percy Schmeiser había ocasionado al gigante biotecnológico. El agricultor se sorprendió y no es para menos, una sola semilla de colza transgénica que se encuentre en un cultivo tradicional basta para que Monsanto ejerza su derecho de propiedad con las consecuencias que antes hemos mencionado. En el post Semillas transgénicas, sus problemas y consecuencias, se completa un poco más la información relacionada con la patente biotecnológica, se trata de otro documental del canal Odisea en el que también aparece el agricultor canadiense.
Percy Schmeiser compareció ante el tribunal, un veredicto favorable a Monsanto sentaría un precedente sin igual con los productostransgénicos y le proporcionaría un control absoluto a la empresa biotecnológica, pero de esto hablaremos en la siguiente entrega de La guerra de los cultivos transgénicos.
Poco a poco desvelamos una realidad distinta a la que nos han mostrado las compañías biotecnológicas…

La guerra de los cultivos transgénicos (III)





En La guerra de los cultivos transgénicos (III) Gilles Eric Seralini, profesor de Biología Molecular y experto en organismos modificados genéticamente del Gobierno francés y de la Unión Europea, intenta comprender por qué los animales que se alimentan exclusivamente de alimentos transgénicos enferman. Recordemos que en La guerra de los cultivos transgénicos (I) conocíamos el caso del maíz transgénico BT 176 y de su supuesta implicación en la enfermedad y muerte de las vacas de una granja alemana que habían sido alimentadas exclusivamente con BT 176.
Los animales enferman al alimentarse exclusivamente de transgénicos, esto es algo que es necesario investigar a conciencia y más cuando son parte de la alimentación humana. En La guerra de los cultivos transgénicos (II) podíamos conocer que la leche producida por vacas que se alimentan de transgénicos, contiene restos de elementos transgénicos en cantidades insignificantes que pasan al organismo humano y de los que se desconocen sus efectos a largo plazo al no existir los estudios oportunos.

Gilles Eric Seralini nos muestra algunos experimentos reveladores en su laboratorio, coloca células humanas con el herbicida denominado Roundup cuyo principio activo es el glifosato, uno de los productos más utilizados en todo el mundo y sobre todo aplicado en los cultivos transgénicos. Las pruebas muestran que las células humanas mueren a pesar de que la concentración de este herbicida es muy reducida, al parecer este producto afecta especialmente en células vivas originadas por la síntesis de hormonas sexuales. Este dato respalda la investigación realizada por expertos de la Universidad de Viena en la que se demostraba que la variedad de maíz transgénico NK 603 x MON 810 provocaba infertilidad, de ello hablábamos en el post los alimentos transgénicos pueden provocar infertilidad.
El investigador advierte sobre este hecho, las hormonas sexuales afectadas están implicadas, entre otros, con el cáncer de mama o diversas deformaciones congénitas de los órganos sexuales. Un producto que provoca esta reacción en las células humanas debería ser totalmente prohibido, aunque en cantidades insignificantes, puede pasar al organismo humano a través de la alimentación y así se mostraba en los análisis de la leche producida por las vacas que se alimentaban con maíz transgénico.
Además hay que nombrar la peligrosidad del glifosato en el medio ambiente, no sólo acaba con las incomodas hierbas de los cultivos transgénicos, su radio de acción se extiende hasta la esterilización del terreno donde se ha aplicado acabando incluso con los insectos. Resulta curioso y sorprendente comprobar cómo Gilles Eric Seralini, científico que reconoció su silencio comprado por las multinacionales de la biotecnología a fin de evitar las críticas sobre la modificación genética de los alimentos, ha cambiado su posición dando a conocer los verdaderos efectos y consecuencias de este tipo de alimentos modificados genéticamente.
El investigador indica que estos descubrimientos sobre los efectos en las células humanas, muestran la necesidad imperiosa de realizar estudios más exhaustivos que determinen las verdaderas consecuencias de los productos transgénicos en los seres humanos a largo plazo. No es posible que se realicen estudios en los que un solo mes de trabajo sea suficiente para certificar la salubridad de uno de estos alimentos, véase lo ocurrido con las vacas que se alimentaron con el maíz transgénico BT 176.
Maiz transgénico Mexico
Las prisas por comenzar a rentabilizar los productos transgénicos desarrollados impide la elaboración de estudios que muestren los verdaderos efectos a largo plazo, ¿cuántos alimentos transgénicos se encuentran en el mercado sin las correspondientes pruebas?, muchos, en unos años quizá nos lamentaremos de que no se hubieran realizado. Los Gobiernos parecen obviar este tipo de pruebas e incluso se realizan planes secretos para potenciar la producción de estos alimentos, de ello hablábamos en el post Plan secreto europeo para potenciar el cultivo de transgénicos.
Son los poderes públicos quienes tienen la capacidad de obligar a la realización de pruebas a largo plazo sobre los alimentos transgénicos, estos poderes consultan a la comisión de bioingeniería molecular que está formada por expertos e investigadores que representan a la agricultura, la industria, los consumidores y el parlamento. La mayoría de sus miembros están a favor de las nuevas tecnologías y creen que ya se han tomado las medidas oportunas y realizado los estudios pertinentes que dictaminen la inocuidad de estos alimentos, entonces, ¿las pruebas aportadas por otros investigadores como Gilles Eric Seralini y que muestran los graves peligros que encierran estos alimentos son obviadas?, evidentemente sí. ¿Se habrá comprado el silencio de estos investigadores y expertos tal y como hicieron con Gilles Eric Seralini?, es posible.
Nos quedamos con una frase que posiblemente indigne a más de un lector y que es pronunciada por uno de los miembros que forman la comisión de bioingeniería molecular, “hay que tener mucha imaginación para ver que los OMG acarrean problemas de toxicidad”, esta especialista obvia claramente las pruebas aportadas sobre los posible peligros de los transgénicos y además, restando importancia indica que hay que preocuparse de otras cuestiones y no sólo de los alimentos transgénicos. Es difícil llamar a esta persona ‘experta’ e imparcial…
La Unión Europea permite y aprueba los alimentos transgénicos obviando los estudios desfavorables ofrecidos por instituciones y organizaciones privadas, aunque también obvia los estudios aportados por algunos científicos que trabajan para la UE como sería el caso de Gilles Eric Seralini. En poco tiempo se han aprobado varios alimentos modificados genéticamente, un ejemplo es la soja MON 89788. Otros se encuentran a la espera de ser aprobados, como por ejemplo el maíz Roundup Ready, a decir verdad la lista de nuevos alimentos es bastante extensa y con cada nuevo producto aprobado, quizá se esté condenando más a la raza humana.
El crecimiento del cultivo de alimentos transgénicos es espectacular y la alimentación biotecnológica obligada resulta evidente, algunos investigadores indican que es el único modo de poder abastecer a la población mundial de alimentos y los argumentos son el cambio climático, el incremento poblacional…
En esta parte del documental La guerra de los alimentos transgénicos III, se plantea una pregunta interesante: ¿Podemos frenar los OMG?, parece evidente que no y la razón que se ofrece es la rápida proliferación y aceptación de este tipo de alimentos y además, su capacidad de diseminarse por todo el mundo (recordemos que algunos investigadores indican que no existe riesgo de contaminación genética). Un grupo de investigadores franceses muestran cómo a 1.000 metros de altura se encuentra polen que podría ser de alimentos transgénicos, lo que demuestra su capacidad de poder viajar cientos de kilómetros y polinizar a otras plantas contaminándolas con nuevo material genético.
Soja traansgénica
Existen pruebas sobre esta contaminación, el cruce entre las plantas es inevitable, podemos leerlo en Alimentos transgénicos en España, consecuencias reales. Aquí conocimos la denuncia de contaminación transgénica que sufren los cultivos convencionales y el testimonio de algunos agricultores.
Un ejemplo brutal de diseminación transgénica lo tenemos en Canadá, basta con ver el vídeo Semillas transgénicas, sus problemas y consecuencias para darse cuenta de ello. Se trata de un reportaje en el que se ve como la soja transgénica se ha apoderado de todos los cultivos, incluso se menciona que es difícil encontrar actualmente soja tradicional, la alimentación del ganado con soja transgénica es irremediable.
En la próxima entrega de La guerra de los transgénicos conoceremos un poco más cómo actúan compañías biotecnológicas comoMonsanto.

La guerra de los cultivos transgénicos (II)




La guerra de los cultivos transgénicos (II) resulta muy interesante y nos da a conocer detalles relacionados con la alimentación transgénica y la manipulación que se realiza con la información. En la primera parte del documental, La guerra de los cultivos transgénicos (I), nos introducíamos en la denuncia social de este tipo de alimentos por parte de las organizaciones ecologistas, nos adentrábamos en la historia de los transgénicos de la mano del profesor en biología molecular Marc Van Montagu y conocíamos que una alimentación exclusiva con productos transgénicos parecía ser la causa de una grave enfermedad sufrida por las vacas de un granjero alemán.
La guerra de los cultivos transgénicos (II) nos muestra que algunos investigadores como Hartwing Bostedt, especialista veterinario de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Leipzig, estaba convencido de la relación existente entre la alimentación transgénica recibida por las vacas y la enfermedad que sufrieron. El caso de las vacas alemanas debía ser sometido a riguroso estudio y más teniendo en cuenta que por medio se encontraban nuevos productos de alimentación que también eran incluidos en ladieta de los humanos.
Hartwing Bostedt declara una gran verdad, teniendo en cuenta la implicación que está adquiriendo el maíz transgénico en la alimentación mundial, casos como el ocurrido en Alemania no pueden pasarse por alto, deben esclarecerse las causas por las que las vacas que comieron exclusivamente maíz transgénico enfermaron. Estos mismos problemas podrían ser sufridos por los seres humanos a largo plazo y después, de nada servirían los lamentos.

Existen muchos datos a tener en cuenta que nos pueden hacer evitar a toda costa la ingesta de alimentos transgénicos, algunas de las vacas alemanas que disfrutaron de una alimentación exclusivamente transgénica no enfermaron, pero sus descendentes sufrieron diversas malformaciones, anomalías de las que no se tenían referencia al no haberse producido nunca. También se puede citar la malformación producida en las ubres de las vacas en las que se muestran orificios de salida de la leche en zonas no habituales, malformación de la que tampoco se tenían referencias históricas.
Resulta evidente que algo nuevo provocó estos problemas en las vacas, pero lo peor es que no se sabe si estos problemas se transmitirán a futuras generaciones y los cambios que se podrán producir. Hay que tener en cuenta que las vacas disfrutaban de una alimentación con una forma de vida nueva, un maíz OMG (Organismo Modificado Geneticamente) es un producto que no existe en la naturaleza, es un nuevo ser vivo resultado de la combinación genética entre dos o más organismos, quizá nos parezca igual que el maíz tradicional, nada más lejos de la realidad.
Tenemos a nuestro alcance varias referencias que debemos tener en cuenta a la hora de disfrutar de una alimentación que contenga determinadas cantidades en alimentos transgénicos. Podemos nombrar por ejemplo el estudio realizado por expertos de la Universidad de Viena en el que se concluye que los alimentos transgénicos pueden provocar infertilidad, también podemos citar los cultivos de algodón modificado genéticamente en la India para contener la toxina Cry1Ac, a fin de evitar el ataque de distintos tipos de polillas.
Este algodón causó en los campesinos que lo manipulaban diferentes tipos de alergia y como dato a añadir, parece que fue el responsable de que miles de ovejas del país murieran fruto de las reacciones tóxicas al haber pastado en los restos de las plantaciones de algodón, de todo ello hablábamos en el post Berenjenas transgénicas. Se podrían citar muchos casos que parecen ser obviados por las grandes multinacionales como Monsanto dedicadas al desarrollo biotecnológico.
Pero volviendo al documental, se realiza la siguiente pregunta: ¿Podría estar la leche producida por las vacas alemanas modificada genéticamente?, un análisis desveló que la leche contenía elementos transgénicos en cantidades insignificantes, pero que no sabemos si pueden provocar problemas en los seres humanos. En el documental se indica que nadie puede responder a esa cuestión y es algo lógico, teniendo en cuenta que no existen estudios a largo plazo sobre ello. Debería aplicarse un principio de prudencia y no consumir este tipo de leche hasta que no se realizaran los correspondientes estudios que determinaran su completa inocuidad.
La legislación europea obliga a mostrar en las etiquetas alimentarias el contenido de OMG cuando este supera el 0.9%, sin embargo, en otros productos como pueden ser los lácteos, esta normativa no se aplica. Podemos citar un comunicado de Greenpeace en el que se pedía al comisario europeo de Sanidad y Protección de los Consumidores, que se identificaran aquellos productos lácteos resultantes de animales alimentados con productos transgénicos. Esta exigencia se respaldaba con un millón de firmas pertenecientes a consumidores europeos. Greenpeace manifestaba que se trataba de una grave trampa en la legislación europea, ya que se eximía de la regla a los productos derivados de los animales con alimentación transgénica.
Como decíamos en la primera parte de este documental, Greenpeace intenta llamar la atención de la población y nada mejor que a través de distintas acciones que alarman a los medios de comunicación, como por ejemplo encadenarse en la sección de productos lácteos de un supermercado del Reino Unido y explicar los motivos que antes hemos citado.
leche transgénica
La modificación genética se hace cada vez más evidente en nuestra alimentación, los cultivos transgénicos crecen imparables en casi todo el mundo y posiblemente estemos comiendo alimentos transgénicos desde hace tiempo aunque sea en ínfima proporción. Nos remitimos a las palabras del profesor Hartwing Bostedt, los humanos podemos sufrir problemas similares a los de las vacas alemanas en un futuro, las futuras generaciones podrían pagar las consecuencias de la actual alimentación con cereales u otros productos transgénicos.
No nos extraña en absoluto que cada vez sean más las personas que se posicionen contra los OMG, a mayor información, mayor conciencia del problema. Como ya dijimos en su momento, la guerra de los cultivos transgénicos es un hecho, es una guerra en la que el conocimiento y la ignorancia se enfrentan.
Las empresas biotecnológicas parecen tener un control total del mercado y logran todos sus propósitos, recomendamos ver el vídeoEl mundo según Monsanto y los documentales El futuro de la comida I y El futuro de la comida II para comprender un poco más como actúan estas empresas y qué objetivos persiguen.
Tras algunos de los acontecimientos que hemos relatado y el aumento de los sabotajes contra los experimentos transgénicos por parte de los grupos ecologistas, las empresas biotecnológicas han decidido actuar a escondidas, los proyectos son desarrollados en secreto con el propósito de cumplir sus objetivos. En el documental habla Gilles Eric Seralini, profesor de Biología Molecular y experto en organismos modificados genéticamente del Gobierno francés y de la Unión Europea. Sus palabras muestran una cruda realidad, la objetividad puede desaparecer en algunos de los miembros de la comunidad científica, la razón es que las empresas biotecnológicas intentan sobornar a estos miembros para llevar a cabo sus propósitos. El propio Gilles Eric Seralini manifiesta que le han intentado sobornar pagando su silencio y además indica que en ocasiones lo han conseguido. Les han ofrecido millones de euros para evitar criticas a los transgénicos.
El experto cambió de posición y actualmente lleva varios años luchando contra la biotecnología y siempre utilizando bases científicas. Ante estas declaraciones, ¿quién puede fiarse de lo que nos ofrezcan compañías como Monsanto?, ¿quién dice la verdad sobre los OMG?
El tema es realmente preocupante, demasiado secretismo e intereses, algunas investigaciones muestran que los animales alimentados con transgénicos sufren distintos problemas de salud que no deberían ser obviados y que los propios investigadores han ocultado según palabras de Gilles Eric Seralini.

La guerra de los cultivos transgénicos (I)




La guerra de los cultivos transgénicos es el título de un documental en el que podemos conocer algunas de las actuaciones que se realizan contra estos cultivos. La organización Greenpeace lleva a cabo varias iniciativas con las que intentan llamar la atención de la población, como por ejemplo los intentos de bloqueo que se realizan contra barcos cargados de alimentos transgénicos provenientes de Estados Unidos y con destino a la Unión Europea.
Greenpeace intenta complicar la aproximación del barco al puerto, aunque posiblemente saben que no lograrán su objetivo, pero como hemos dicho antes, la finalidad es llamar la atención de la población y que ésta se pregunte ¿por qué se llevan a cabo este tipo de iniciativas?, ¿qué hay detrás del término alimento transgénico? Greenpeace considera que la Unión Europea ignora la preocupación de muchas personas obviando además sus deseos, algo que casi se podría constatar y más sabiendo que existe unplan “secreto” europeo para potenciar el cultivo de los transgénicosLa guerra de los cultivos transgénicos es un hecho, es una guerra en la que el conocimiento y la ignorancia se enfrentan.

En esta primera parte del documental conocemos algunas de las iniciativas que se llevaban a cabo en el 2004, y como podemos ver, los objetivos se logran, un impacto mediático en el que los medios informativos se hacen eco de estas actividades. Realmente, si no fuera por este tipo de actos no nos enteraríamos de nada, aunque hay que decir que lo que podemos conocer resulta ínfimo comparado con lo que realmente debe ocurrir en el mundo de los alimentos transgénicos. Es evidente que las empresas biotecnológicas están en contra de este tipo de actuaciones, Greenpeace y otras organizaciones son una pesada mosca a la que hay que silenciar.
Nos hablan de la historia del profesor en biología molecular Marc Van Montagu, descubridor del mecanismo de transferencia genética entre los genes de la agrobacterium, bacteria muy conocida por su capacidad de transferir ADN a las plantas. Gracias a ello se lograron desarrollar nuevos métodos que permitieron realizar de forma más efectiva la modificación genética de las plantas. En 1983 se presentó la patente de las plantas transgénicas, un día antes de que lo hiciera la compañía biotecnológica Monsanto, era el comienzo de una nueva era en la investigación, por aquel entonces no existía una clara percepción del enorme potencial que ofrecían las plantas transgénicas.
Los transgénicos garantizan seguridad alimentaria y ambiental
Poco a poco la modificación genética se introdujo en distintas aplicaciones, se consideraba una gran revolución, un potencial salto científico que debería mejorar a la humanidad en muchos aspectos. El mismo profesor comenta en el documental que no está completamente satisfecho con el desarrollo de los acontecimientos, se puede decir que no comprende por qué un adelanto tan espectacular no es aceptado por tres cuartas partes de la humanidad a pesar de que se indique que no existe peligro alguno con la biotecnología.
Un OMG (Organismo Modificado Geneticamente) es una forma de vida nueva, algo que no está contemplado en la naturaleza, resultado de la combinación genética entre dos o más organismos. Un OMG es un organismo cuyo material genético ha sido manipulado en un laboratorio genético alterando su ADN con el propósito de otorgarle características específicas, como ejemplo podemos citar la soja transgénica, las berenjenas transgénicas, los tomates transgénicos o los alimentos desarrollados en sequía extrema entre otros.
Hemos utilizado distintos ejemplos, pero lo cierto es que mayoritariamente son los cereales los alimentos más implicados en la investigación transgénica, recordemos que muchos se han desarrollado para soportar los efectos del Roundup, un herbicida cuyo principal elemento activo es el glifosato, sustancia de la que ya hemos hablado en Gastronomía & Cía. Recordemos que el glifosatoes uno de los productos más utilizados en el mundo a pesar de las serias advertencias realizadas por distintos investigadores sobre los graves peligros que en él se encierran.
Como se dice en el documental, el interés de los agricultores por los productos transgénicos es comprensible en cierto modo, ya que creen obtener mejor productividad, menor tiempo de trabajo y por tanto más beneficios económicos, aunque hay que recordar quelos alimentos transgénicos no son tan productivos, pues un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Kansas en el que se analizó la productividad estadounidense de cereales durante los últimos tres años, puso al descubierto que este tipo de cultivo resultaba menos rentable que el tradicional.
¿Qué beneficios obtenemos los consumidores de los alimentos transgénicos?, es difícil la respuesta y más cuando no existen estudios a largo plazo que muestren la inocuidad de estos alimentos en la salud, por el contrario sí existe algún estudio que muestra efectos perjudiciales, como sería el caso del estudio realizado por expertos de la Universidad de Viena en el que se concluía que los alimentos transgénicos podían provocar infertilidad.
Infertilidad Maíz MON810
En 1996, la empresa Novartis, multinacional dedicada al sector de la farmacéutica y la biotecnología, desarrolló un nuevo maíz transgénico denominado BT 176 que fue sometido a un test de estudio en el siendo administrado a cuatro vacas durante cuatro semanas. Los resultados de esta prueba serían un condicionante para comenzar la comercialización y así ocurrió. Un agricultor alemán apostó por el cultivo de este maíz y así lo hizo durante tres años, fue el alimento de sus vacas. Parece ser que los resultados fueron muy satisfactorios y el agricultor decidió alimentar exclusivamente con este maíz a su ganado, las consecuencias fueron desastrosas, todas las vacas cayeron enfermas, la causa fue el maíz transgénico.
Una alimentación exclusiva con transgénicos pudo ser la causa, podríamos considerar este hecho como un estudio a largo plazo, el abuso de los alimentos transgénicos fue determinante. Muchos alimentos procesados de consumo humano contienen transgénicos, si los comiéramos exclusivamente quizá nos ocurriría como a las vacas, en su defecto hay que creer que nos están envenenando poco a poco, veremos cuál es el resultado en unos años…
Evidentemente las empresas biotecnológicas indicaron que el problema no fue el maíz transgénico y que fueron las medidas higiénicas aplicadas por el agricultor la causa de la enfermedad. Por fortuna, algunos investigadores profundizaron en el tema e indicaron que los transgénicos tuvieron mucho que ver en el caso. La semana que viene seguiremos con la segunda entrega de La guerra de los cultivos transgénicos, documental que nos permite tener un poco más de información sobre el mundo de los transgénicos.
Vía | YouTube

domingo, 9 de junio de 2013

La raíz nazi del PAN

Rafael Barajas, el Fisgón

Durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, los hombres que fundaron el Partido Acción Nacional (PAN) en 1939 –Manuel Gómez Morín, Efraín González Luna, Gustavo Molina Font, Manuel Herrera y Lasso, Aquiles Elorduy, Pedro Zuloaga Irigoiti y Luis Calderón Vega, entre otros– fueron retratados como hombres de sacrificado heroísmo que tenían fe en el futuro democrático de México. Para la derecha mexicana, Gómez Morín, el ideólogo y primer dirigente panista, es una figura ética y sus biógrafos lo recuerdan como un sabio, un humanista, un defensor de libertades, el heredero espiritual de José Vasconcelos, un creador de instituciones que luchó incansablemente por los valores de la democracia, el Estado de Derecho y la justicia social.1

Esta imagen idealizada oculta que los fundadores del PAN tenían fuertes vínculos políticos e ideológicos con movimientos de ultraderecha nacionales y extranjeros. No podemos olvidar que en la década de los años treinta del siglo pasado, en especial durante el cardenismo, la derecha radical mexicana creció de manera significativa y fue muy beligerante. La Unión Nacional Sinarquista (UNS) llegó a tener más de 500 mil afiliados y la Falange cerca de 50 mil.2 En este período se conformó un grupo pronazi, armado, pequeño, violento, anticomunista, antisemita y antichino llamado los Camisas Doradas, el cual era dirigido por un tal Nicolás Rodríguez. Diversos grupos reaccionarios apoyaron la rebelión de Saturnino Cedillo de 1938 y la candidatura de Juan Andrew Almazán en las elecciones presidenciales de 1940. Finalmente, durante la segunda guerra mundial, en nuestro país circularon varios periódicos afines al Eje Berlín-Roma-Tokio, entre ellos, TimónRevista Continental (dirigida por José Vasconcelos, mentor de Gómez Morín), Omega y El Hombre Libre.


La cercanía de los primeros hombres del PAN con ideas y personajes de la derecha radical era notoria. De hecho, los servicios de inteligencia estadunidenses de la época sostenían que había una relación muy estrecha entre la UNS, el PAN, el clero conservador, la Falange Española y los nazis.3Sin embargo, esta versión ha sido desdeñada por la derecha con el argumento de que se trata de una interpretación errada, hecha por un funcionario extranjero. En México, como en todo el mundo, es muy difícil probar las ligas de cualquier individuo, grupo o institución con el movimiento internacional que encabezaban Adolfo Hitler y Benito Mussolini. Los involucrados niegan sistemática y vehementemente cualquier liga con el fascismo, y los documentos y testimonios directos de este período escasean (muchos fueron destruidos) o resultan tan delirantes que terminan siendo cuestionables. Incluso las publicaciones profascistas, que circularon profusamente entre 1938 y 1945, hoy son difíciles de encontrar ya que muchas fueron destruidas al término de la guerra. Faltan muchas piezas de este rompecabezas histórico, pero cuando alguna aparece, aporta información muy valiosa.


Hace unas semanas pude consultar una colección casi completa del semanario de opinión titulado La Reacción (?), un tabloide de doce páginas que circuló entre 1938 y 1942.4 Esta revista fue pronazi. Los artículos, las columnas y las caricaturas daban por hecho “la naturalísima admiración” que provocan los “fulminantes triunfos alemanes” en “toda persona no cegada por la pasión o influenciada por otros motivos menos confesables”.5Elogiaban el valor y el liderazgo militar del Führer: “Hitler habla poco, y cuando lo hace es porque las circunstancias lo obligan a ello. En todo caso, obra militarmente más de lo que habla. Está en el frente de la lucha y como director de ella…”.6 El semanario era anticomunista y veía en los avances nazis la promesa de un futuro mejor para el hombre: “Alemania, con sorpresa general, le declaró la guerra a Rusia y procedió a invadirla. Seguramente con ello ha señalado nuevos derroteros de progreso a los destinos humanos.”7 Para justificar las agresiones militares alemanas, los colaboradores de esta revista hacían suyas las versiones más delirantes de Goebbels: “esta faz de la lucha iniciada en 39, es un acto de defensa del Tercer Reich contra la democracia y el comunismo, feudos de la judería internacional”.8


Los colaboradores eran racistas; uno de ellos aprobó la incursión alemana en los Balcanes con el argumento de que “¡La Grecia actual no es siquiera helénica de raza, sino una mezcla de eslavonio, albanés, dálmata, turco, veneciano…!”.9 Por supuesto, la revista justificaba la persecución de los judíos: “Los judíos, con su espíritu de mafia racial se apoderaron, fácilmente de todos los puestos de dirección [de Alemania]… Es natural, pues, que el nacional-socialismo les declarase la guerra más enconada.”10 Por supuesto, el semanario protestó cuando México le dio asilo a 30 mil israelitas que huían del exterminio.11


A nivel nacional, La Reacción (?) era anticardenista, anticomunista, antilombardista y veía en los Camisas Doradas la salvación de la patria.12Denunciaba las “falsedades” de la prensa “anglófila” monopolizada por las potencias “saxojudías” y se mofaba de quienes denunciaban la existencia de unaQuinta columna fascista o una conjura nazi en México (conjura documentada recientemente por Juan Alberto Cedillo en su reportaje Los nazis en México). En 1941, el semanario le exigió una y otra vez al gobierno de Ávila Camacho que se mantuviera neutral en el conflicto mundial; que no siguiera los pasos de Washington, que le había declarado la guerra a Alemania.

Explotando los sentimientos antiyanquis del pueblo mexicano, La Reacción (?) hizo una campaña constante contra el presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosvelt, a quien acusaba de entrar en guerra contra Alemania “obedeciendo al impulso de la sangre judía que corre por sus venas y a las influencias de sus consejeros (semitas)”.13 De hecho, La Reacción (?) es responsable de la publicación de los tres volúmenes del libro Los judíos sobre América, del Dr. Atl, la obra cumbre del antisemitismo mexicano.


Por todo lo anterior, se puede afirmar que La Reacción (?) fue una herramienta de propaganda del Eje en México. Ahora bien, en todo el mundo, el nazismo tuvo aliados estratégicos que esperaban el triunfo del Tercer Reich para tomar el poder en sus respectivos países. La llamada Quinta columna estaba organizada a varios niveles; entre otras cosas, solía mantener frentes de propaganda que solían estar ligados a partidos o grupos políticos concretos. México no fue la excepción a esta estrategia y en las páginas de La Reacción (?) se puede rastrear fácilmente qué agrupación política estaba detrás de este proyecto propagandístico.


Para empezar, entre 1941 y 1942 (los años consultados), ese semanario nazi fue dirigido por el licenciado Aquiles Elorduy, fundador y líder importante del PAN (fue uno de los primeros diputados federales de ese partido; después, en 1947, fue expulsado por declarar contra el clero), pero Elorduy no actuaba de motu proprio. En siete de los sesenta números estudiados, la revista ostentaba, en la contraportada, con grandes letras –a veces a página entera– un listado de colaboradores que conformaban una suerte de comité de redacción, de aval editorial. Esta lista permaneció prácticamente inalterada durante el tiempo que circuló el semanario y los enlistados jamás se deslindaron de la línea de la revista. Entre los personajes que “daban la cara” por el semanario estaban los más connotados escritores fascistas mexicanos: Nemesio García Naranjo (ministro de Educación de Victoriano Huerta y abogado de compañías petroleras estadunidenses), el Dr. Atl (seudónimo del pintor Gerardo Murillo, prolífico autor de textos antisemitas y pronazis), Rubén Salazar Mallén (comunista converso al fascismo) y Alfonso Junco (representante de la derecha regiomontana). Entremezclados con ellos estaban los nombres del padre fundador del PAN, Manuel Gómez Morín y de otros tres destacados fundadores de ese partido: Gustavo Molina Font, Manuel Herrera Lasso y Pedro Zuloaga. De hecho, Elorduy y Zuloaga colaboraban regularmente en el semanario. Elorduy estaba consciente del autoritarismo hitleriano, pero justificaba así su posición:

…el triunfo de Alemania ha de significar la propagación de hábitos tan benéficos y de normas tan útiles, ¡cómo no suspirar por el triunfo de una causa que pueda influir en México para convertir a su pueblo apático, vicioso, holgazán, ignorante y degradado en pueblo trabajador, técnico, económico, culto, y digno? (...)  considero necesario el mal del nazismo alemán para llegar a ser nación y después ser nación libre…14

Pedro Zuloaga era tan “germanófilo” y pronazi que sus artículos bien podrían haber sido escritos por el ministerio de propaganda alemán.


Pero esto no es todo. La revista le daba espacio a organizaciones filopanistas, como la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF)15 y sirvió como tribuna y portavoz del PAN de manera abierta. El número del 29 de septiembre de 1941 deLa Reacción (?) reproduce, íntegro y en exclusiva, el informe de Gómez Morín en el segundo aniversario de la fundación del PAN. Este discurso estaba escrito en un lenguaje elíptico y elusivo, pero encajaba con la línea de la revista: criticaba el agrarismo, la educación socialista, los “malos líderes obreros” y campesinos; arremetía contra “el crudo y primario materialismo, el marxismo político de última hora” del cardenismo. Para rematar, exigía la neutralidad de México en la segunda guerra mundial y, en un momento en que el triunfo nazi parecía inevitable, concluía con un llamado a reconstruir el mundo a partir de los valores tradicionales:
La paz que todos ansiamos y que deseamos justa, humana y generosa, habrá de celebrarse para dar comienzo a la inmensa tarea de reconstrucción (…) Pero en este torbellino de ahora o en el mundo en ruinas que lo sucederá, sólo pueden salvarnos la fé en los valores eternos y la esperanza de que los hombres y los pueblos podrán siempre entenderse con lealtad generosa, al amparo de esos claros valores del espíritu.
Por todo lo anterior, se puede afirmar que La Reacción (?), fundada en 1938, y elPAN, fundado en 1939, fueron dos órganos de un mismo cuerpo político, y que en el momento en que Alemania va ganando la guerra, el semanario nazi fue portavoz de Acción Nacional. De modo que, más que sabios humanistas que tenían fe en el futuro democrático de México, una buena parte de los políticos y escritores que fundaron el PAN en 1939 –el año en que dio inicio la segunda guerra mundial– eran simpatizantes del nazismo.16 Cabe suponer que el nombre de Acción Nacional pareciera estar inspirado en el de dos importantes partidos fascistas: Action Française (partido de restauración monárquica, fundado por Charles Maurras en 1898) y el Partido Nacional Socialista de Hitler.


Hasta donde sabemos, la vocación democrática es incompatible con el fascismo. Si los panistas invocaban la libertad de expresión y la democracia no era para implantarlos, sino como parte de una estrategia para imponer un orden fundado en la religión y los valores “superiores” de la tradición. Esta cultura política que apela a los valores de la democracia como mera estrategia formal para tomar el poder e instaurar un nuevo orden estaba muy expandida en la década de los años treinta, tanto en la derecha como en la izquierda (sólo que los comunistas buscaban imponer el comunismo y la derecha un orden tradicionalista).


Con razón, la derecha le ha reclamado a la izquierda mexicana su pasado estalinista, autoritario y sectario, pero si bien es cierto que en México estuvieron muy activos grupos estalinistas impresentables, también lo es que los trotskistas y los anarquistas denunciaron los horrores de la dictadura de Stalin, que en 1968 el Partido Comunista Mexicano criticó la represión soviética en Checoslovaquia, que los estalinistas se hicieron una fuerte autocrítica antes de la caída del muro de Berlín y que la gran mayoría de la izquierda mexicana hoy defiende la vía democrática y los derechos democráticos.

A lo largo de su historia, Acción Nacional atrajo a ciudadanos que creían en los valores de la democracia (entre ellos, los miembros del Foro Doctrinario), pero la estrategia de usar la democracia como mera fachada siguió viva en el PAN mucho después de la derrota mundial del fascismo. En 1955, en una carta a un correligionario, Gómez Morín escribe:
En México, la autoridad debe instaurarse por el sufragio. Por el sufragio universal. Esa es nuestra realidad formal. Más tarde veremos o verán nuestros hijos si se da un voto calificado al jefe de familia, si deben tener representación como tales, los claustros universitarios, los intereses económicos, las comunidades profesionales, las jerarquías eclesiásticas…17
Esta utilización pragmática de la democracia sigue viva en la derecha mexicana y explica el caso de Los Amigos de Fox en el 2000, los fraudes electorales de 2006 y 2012, y las redes clientelares que el PAN le pelea al PRI en 2013.


Origen es destino. No podemos olvidar que, entre los fundadores del PAN, al lado de Elorduy y Zuloaga estaba Luis Calderón Vega, el padre de Felipe Calderón. En el PAN profascista de 1939-1942 –el de La Reacción (?)– parecen estar las raíces de la cultura política que imperó en el sexenio calderonista: la promesa democrática como medio para imponer una visión autoritaria, tradicionalista y clerical, el discurso humanista que encubre la disposición a sacrificar a miles de personas por un fin superior (ya sea acabar con el comunismo, el populismo o las drogas), el recurso de convertir el odio a un enemigo en una causa sagrada (llámese Stalin, Cárdenas, Lombardo Toledano o López Obrador), la idea de que hay grupos humanos inferiores que no tienen derecho alguno (ya sean judíos, chinos, nacos o delincuentes)  y la disposición a someterse a las lógicas de un imperio (llámese el Tercer Reich o Washington).


La derecha mexicana nunca ha practicado la autocrítica; niega y esconde sus horrores y errores. Ha hecho lo imposible por enterrar las pruebas de su pasado nazi, pero conserva su esencia dogmática y autoritaria. Mientras no se haga una revisión profunda y una autocrítica sincera, no podemos esperar nada mejor de esta derecha que el fanatismo, el atraso, la hipocresía y la crueldad. Esta autocrítica debería de comenzar por una revisión de su pasado nazi.


1 Ver María Teresa Gómez Mont. Manuel Gómez Morín, 1915-1939: raíz y simiente de un proyecto nacional, FCE, 2008 y Carlos Castillo Peraza, Discurso en el centenario de Gómez Morín, Nexos, enero de 1997.
2 Datos en Hugh G. Campbell. La derecha radical en México.1929-1949. México, Secretaría de Educación Pública, 1976, p. 104. Apud. El Sinarquista, mayo de 1941, en Juan Ignacio Padilla.Sinaquismo: contrarrevolución. México, Editorial Polis, 1948.
3 Ver Informe de Harold P. Braman, agregado naval de la Embajada de EU, citado por Juan Alberto Cedillo, Los nazis en México.
4 Por el título del periódico, se puede pensar que pudo ser fundado por el ultraconservador Jesús Guisa y Azevedo, autor del libro La Doctrina Política de La Reacción, pero no hemos podido comprobar esta hipótesis.
5 Pedro Zuloaga. En defensa de la barbarie. La Reacción (?), 28 de abril, 1941, p. 7.
6 Eduardo Pallares. Patrullas y convoyes. La Reacción (?), 5 de mayo, 1941, p. 3.
7 Daniel Jiménez. Tudescos frente a moscovitas, La Reacción (?), 7 de julio de 1941, p. 5.
8 Dr. Atl. Estupefacción, La Reacción (?), 30 de junio de 1941, p. 5
9 Pedro Zuloaga. Esa dignidad cívica. La Reacción (?), 5 de mayo, 1941, p. 5.
10 E. Márquez Gómez. ¿Son un peligro los judíos? La Reacción (?), 28 de abril, 1941, p. 7.
11 Daniel Jiménez. México y el problema judío. La Reacción (?)9 de marzo de 1942, p. 2
12 Antonio R. Bello, Los Dorados, La Reacción (?), 9 de junio de 1941.
13 Dr. Atl. Roosvelt, el gángster de América, La Reacción (?) 1 de agosto de 1941, p. 9.
14 Aquiles Elorduy, Criterio simplista, La Reacción (?), 12 de mayo de 1941.
15 Manifiesto de la UNPF, 22 de diciembre de 1941.
16 Esto implica que los informes de los servicios de inteligencia norteamericana no estaban errados y que los historiadores deben tomarlos más en serio y revisarlos exhaustivamente.
17 Gómez Morín. Carta inédita, Letras Libres, agosto de 2000.